El propósito de esta alegoría mítica es ilustrar las tres etapas de existencia del alma: su preexistencia en un estado bendito, su existencia en la Tierra -con las pruebas y angustias que debe atravesar-, y su futuro estado de feliz inmortalidad.
La palabra “psique”, que significaba originalmente “alma”, pasó a significar también “mariposa”, por observarse una semejanza entre la forma en la que un alma y una mariposa, liberadas del cuerpo o crisálida en los que han estado confinados en la Tierra, se elevan con alas y se van flotando por la luz.
La llama del amor que a menudo quemaba el alma era comparada con la antorcha que atrae la mariposa a su muerte… Cuando esto sucedía, Cupido volvía su cara y lloraba
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